Sant Martí es transformación, creatividad, tecnología e innovación. Sant Martí es playa y deporte al aire libre. Sus soluciones urbanísticas, que fomentan un estilo de vida saludable y luchan contra el cambio climático, son un referente no solo para Barcelona, sino para otras ciudades. Con edificios premiados internacionalmente como la biblioteca Gabriel García Márquez, la mejor biblioteca pública a nivel internacional, sitúan a sus barrios en las listas de los mejores para vivir del mundo.

A pesar de la rehabilitación profunda del distrito hay algo que no ha cambiado. El comercio de proximidad, el asociacionismo y la cercanía entre sus habitantes sigue muy presente. En sus barrios se vive en una gran ciudad con la tranquilidad de un pueblo. Una de las singularidades que hacen tan especial y valorado los barrios de Sant Martí.

Una sensación reforzada por su conexión con el mar, el punto diferencial. Sant Martí disfruta de 4 kilómetros de playa y más de 8 kilómetros de Paseo Marítimo. Con motivo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 1992, la ciudad se abrió al mar. Sus playas se convirtieron en el espacio de ocio al aire libre más grande de Barcelona. También se construyó un nuevo puerto deportivo que ha sido ampliado para ser más sostenible, accesible y preparado para grandes acontecimientos náuticos como la Copa América de vela.

El distrito que nació como zona industrial creció alrededor de sus fábricas y se urbanizó para ser la continuación del Eixample. Se trazaron calles anchas, paralelas y transversales, con ejes vertebrales que cruzan los barrios como son avenida Diagonal, la Rambla del Poblenou, Gran Vía o calle Pere IV.

Sant Martí es el laboratorio urbanístico de Barcelona. Cuando las fábricas abandonaron el distrito dejaron grandes espacios y edificios en desuso. Una oportunidad que los barrios han sabido aprovechar. Las propuestas para su transformación afrontan los desafíos actuales y los nuevos estilos de vida a través de innovadoras soluciones urbanísticas. Aquí se construyeron las primeras superillas, ejes verdes y refugios climáticos, el futuro de la ciudad condal.

Todo ello sin olvidar su pasado industrial. Los entornos fabriles siguen muy presentes en Sant Martí, reconvertidos en espacios para la ciudadanía. La fábrica Gal i Puigsech es ahora Palo Alto, un espacio dedicado a la promoción de actividades culturales y artísticas.La Farinera del Clot es un centro cívico o Ca l’Aranyó alberga el campus de la Universidad Pompeu Fabra.

Aunque el gran éxito de esta reconversión es el distrito tecnológico del 22@. Para reactivar 200 hectáreas en decadencia, por el cierre de las fábricas, se fomentó la presencia de los sectores TIC, BioMed, Energía y Diseño. La rehabilitación de los edificios existentes o nuevas construcciones certificadas con los niveles LEED más altos ha atraído a las empresas tecnológicas más punteras del mundo, startups, medios de comunicación, universidades o centros de formación cultural y artísticos.

El barrio de Sant Andreu del Palomar es el núcleo antiguo del distrito de Sant Andreu y es un pueblo dentro de la ciudad. Lugares como la Plaza d'Orfila o la del Comerç son punto de encuentro de un vecindario unido que se siente más de Sant Andreu que de Barcelona. Su situación periférica ha permitido conservar su idiosincrasia, su importante tejido comercial, de trato familiar y larga tradición. En la Rambla de Fabra i Puig, que conecta varios distritos, todavía se puede disfrutar de un café en el emblemático Colombia, regentado desde 1913 por la misma familia. Distrito tranquilo y familiar con grandes parques como el de la Trinitat que dispone hasta área de picnic con barbacoa o el parque de la Pegaso, con un recorrido accesible. Sant Andreu también es un distrito en transformación, que mira al futuro, aquí se está construyendo la estación de la Sagrera que será la más grande de Barcelona y permitirá la parada de trenes de alta velocidad. Sant Andreu es un pueblo que mira al futuro.

Sant Andreu fue un pueblo agrícola que se desarrolló con la instalación de grandes complejos fabriles a finales del siglo XX. Uno de los más destacados fue Fabra i Coats, una gran empresa de hilos con más de 100 años de historia y que llegó a emplear hasta 3.000 personas. Aunque cerró en 2005 la fábrica sigue muy presente en el barrio. En 2008 reabrió como Fàbrica de Creació de Barcelona, ahora sus naves acogen proyectos de creación artística y se organizan eventos tan destacados como el Festival 42 de Géneros Fantásticos o la Fira Literal, dos ferias literarias con larga trayectoria. En el recinto fabril también se encuentra Can Fontanet - Centro de Interpretación de Els Tres Tombs, dedicado a una de las fiestas más queridas del vecindario y organizada por la agrupación centenaria Sociedad para la Fiesta de Sant Antoni Abad. Alrededor del 17 de enero, por Sant Antoni Abad, patrón de los animales, desfilan espectaculares carruajes tirados por caballos en honor al santo.

El comercio de proximidad, de trato cercano y familiar es otro de los elementos distintivos de Sant Andreu. Tiene una larga tradición y está muy presente sobre todo en su eje comercial, el carrer Gran de Sant Andreu o en la plaça del Mercadal donde se encuentra el mercado municipal. A finales del siglo XIX, los payeses y otros comerciantes ofrecían sus productos al aire libre en este lugar. Esto motivó la construcción del mercado en 1914, hoy muchas de las paradas están regentadas por la tercera o cuarta generación de esos primeros paradistas ambulantes. Aunque también hay sitio para las franquicias y el entretenimiento. En los terrenos de la antigua fábrica metalúrgica, la Maquinista, se construyó uno de los centros comerciales más grandes de Barcelona que se conservó el nombre como recuerdo del complejo fabril.

El distrito también está muy bien comunicado con transporte público y privado. La avenida Meridiana, la tercera más larga de Barcelona, cruza sus barrios para conectar la ciudad con otros municipios. Esta carretera había sido una barrera divisoria hasta su reurbanización con nuevos espacios para fomentar la movilidad sostenible. Por otro lado, en la Sagrera se está edificando la estación más grande de la ciudad que conectará alta velocidad, cercanías, autobús interurbano y metro. También se construirán nuevas calles y el nuevo parque lineal del Camí Comtal de 40 hectáreas de superficie, sobre la cubierta de la terminal.

El futuro de Barcelona se está proyectando en el barrio de Bon Pastor. En los antiguos terrenos de Mercedes - Benz se ha planificado la construcción del primer “ecodistrict” de la ciudad. Las 9 hectáreas que ocupaba la fábrica del motor se transformarán en un nuevo modelo urbano sostenible de usos mixtos que combinará viviendas, comercios y equipamientos municipales. También se mejorará el polígono industrial de El Torrent de l'Estadella, una de las últimas zonas de suelo industrial de Barcelona para que deje de ser un área aislada, mejorando su productividad y conectándose con el resto de la trama urbana.

Nou Barris es el Distrito de Barcelona que más barrios aglutina, hasta 13 unidades. Es uno de los distritos más diverso y desconocido de Barcelona. Desde Collserola hasta la Avenida Meridiana, disfruta de la única playa urbana de la ciudad y de muchos parques sorprendentes, ideales para pasear y desconectar como los Jardines de Rodrigo Caro. Un espacio verde de 21 metros de desnivel con más de 80 especies, un recorrido temático de suaves pendientes hasta el Parc de Collserola. Nou Barris es familiar y tranquilo, con un importante tejido comercial que se concentra en el Passeig de Fabra i Puig o el de Verdum, en Via Julia o el carrer Pi i Molist. Tiene un importante tejido asociativo que ha generado una rica vida cultural como L’estiu, al Pati! Un ciclo de actividades gratuitas que, desde 2016, ofrece espectáculos, conciertos y cine en el patio de la Sede del Distrito.

En sus orígenes Nou Barris era, como otros vecindarios, un núcleo rural rodeado de masías. Uno de los pocos vestigios de ese pasado se encuentra en la calle Pere d’Artés donde se conserva la iglesia de Santa Eulàlia de Vilapicina junto a la masía de Can Basté, actualmente convertido en centro cívico. Formando un singular conjunto que destaca entre los altos bloques de pisos que definen el barrio. La mayoría se construyeron durante el siglo XX para dar respuesta a la falta de viviendas, ofreciendo residencia a los obreros que llegaban a la ciudad. En el Turó de la Peira se conserva “Can Peguera”, las últimas de las llamadas “casas baratas” de Barcelona. En los años 20 del siglo pasado se construyeron cuatro conjuntos de este tipo en varios barrios para reubicar al vecindario de las chabolas de Montjuic. La presión vecinal consiguió, no solo evitar su derribo, sino rehabilitarlas convirtiéndose en una isla de tranquilidad, un reducto rodeado de bloques de pisos.

Por sus orígenes obreros, la unión vecinal está muy arraigada, el asociacionismo ayudó en la mejora de los servicios, la construcción de nuevos equipamientos municipales e incluso la realización de innovadores proyectos culturales como el Ateneu Popular 9 Barris. El vecindario transformó una antigua fábrica de asfalto en un espacio público donde se promocionan las artes escénicas y, en especial, el mundo del circo. En la Prosperitat, el Casal del Barri y el Casal de Joves, consiguen convertir la plaça d’Àngel Pestaña en la única playa urbana de Barcelona. Durante tres semanas de julio se celebra el Prospebeach que llena de arena la plaza para celebrar actividades lúdico-deportivas para todo el vecindario.

Otro de los puntos fuertes de Nou Barris son sus grandes espacios verdes, en todos los barrios hay parques adaptados a su urbanismo que invitan a reunirse, desconectar o practicar deporte. Espacios tan diferentes como el Turó de la Peira que se extiende por los terrenos de una antigua cantera y al llegar a la cima se pueden disfrutar de espectaculares vistas sobre Collserola y el mar. En la Avenida Meridiana se construyó el Parc de Can Dragó, un gran boulevard verde que sirve como espacio de transición entre la carretera y el barrio, con equipamientos deportivos como la piscina municipal más grande de Barcelona. Aunque el más destacado del distrito es el parque Central de Nou Barris, de casi 17 hectáreas, es un espacio único en el antiguo Hospital Mental de la Santa Creu cuyos edificios se han reconvertido en equipamientos públicos. Aquí se encuentran la sede del distrito, la biblioteca de Aurora Díaz o el Parque Tecnológico para fomentar el desarrollo empresarial.

Horta Guinardó es un oasis en Barcelona. En sus barrios todavía son habituales las casas bajas con jardín, en especial, en la Clota. Su ubicación a las faldas de Collserola permite disfrutar de la tranquilidad y el sosiego de una pequeña ciudad. Con grandes espacios para practicar deporte al aire libre como el puente de Mühlberg o los búnkeres del Carmel que, además, ofrecen vistas panorámicas de Barcelona. También tiene grandes parques como el del Guinardó o excelentes instalaciones deportivas como el Velódrom. Sus barrios son predominantemente residenciales, con una rica vida asociativa y una gran oferta de comercios de proximidad gracias a entidades comerciales con mucha historia. Un distrito menos conocido por el turismo, a pesar de tener numerosos atractivos como las torres modernistas que podemos encontrar en calle Campoamor y su excelente comunicación con el centro de Barcelona.

El agua es una constante que ha definido la historia del distrito. Su ubicación a las faldas del parque de Collserola y rodeado por tres colinas la del Carmel, del Coll y de la Rovira abastecían a la zona a través de ríos, pozos, fuentes y corrientes de agua. Su riqueza hídrica propició la explotación agrícola y la construcción de masías desde la época medieval, algunas todavía en pie como la de Can Mariner, actual biblioteca pública de Horta.

Por otro lado, la abundancia de agua motivó la construcción de lavaderos públicos y domésticos. Con ello apareció el negocio de lavar la ropa. Muchas mujeres del barrio se convirtieron en lavanderas de la burguesía y de los hospitales de la ciudad. Su recuerdo todavía está presente en la memoria popular y en la calle Aiguafreda donde se conservan algunas de las casas donde vivían.

Su situación alejada del centro de la ciudad también atrajo a la burguesía que construyó sus torres de veraneo, como se puede aún comprobar paseando por la calle Campoamor. Algunas de las que se conservan, se han abierto a la ciudadanía como el Parc del Laberint d’Horta. El jardín más antiguo de Barcelona con un laberinto que emula al del mito del Minotauro como principal atractivo. Muy cerca, en el campus universitario de Mundet, se encuentra el Palau de les Heures, un 'chateau' francés cuyos jardines de estilo romántico son públicos.

Su pasado rural sigue muy presente en la Clota, el barrio más pequeño de Barcelona. Caracterizado por casas bajas y huertos, al pasear por sus calles se respira una tranquilidad que hace olvidar que forma parte de una gran ciudad. El casco antiguo de Horta también conserva ese carácter de pueblo. La plaza de Eivissa es el centro neurálgico, un punto de encuentro del vecindario rodeado de tiendas, restaurantes y donde disfrutar de las actividades culturales que se organizan.

En el distrito hay un fuerte sentimiento de comunidad que se evidencia en un gran número de asociaciones que promocionan actividades artísticas, culturales o comerciales como la Unió de Botiguers Cor d’Horta, una de las entidades con más trayectoria en el asociacionismo comercial de Barcelona. Sus esfuerzos permiten dinamizar y potenciar el comercio de proximidad, la principal actividad en un distrito eminentemente residencial.

Horta - Guinardó es ideal para quienes quieren vivir en Barcelona, pero alejados del bullicio de la ciudad. Con grandes parques para pasear o disfrutar de la naturaleza o de la ciudad. El último ha sido la construcción del parque de las Rieres d’Horta en una de las principales avenidas del barrio, la del Estatut de Catalunya. Un gran pulmón verde y un ejemplo de sostenibilidad y autoabastecimiento que pone en valor el agua y al vecindario. Se han habilitado zonas diferenciadas para el disfrute de todas las edades, así como un área reservada para acoger grandes eventos.

El distrito más pequeño de Barcelona tiene uno de sus barrios más singulares. La Vila de Gràcia es popular por su comercio de proximidad y sus tiendas centenarias, sus asociaciones, su vibrante vida en los bares y cafés de sus plazas y, sobre todo, por su Fiesta Mayor que cada año engalana las calles con espectaculares creaciones. Gràcia también son grandes parques reconocidos internacionalmente como el Park Güell donde desconectar o disfrutar de las vistas más privilegiadas de Barcelona. No es de extrañar que fuera escogido entre los barrios más cool para vivir.

La Vila de Gràcia es el núcleo antiguo del distrito que fue municipio independientehasta 1897 cuando se anexionó a Barcelona. De ese pasado, a parte del topónimo, conserva su espíritu independiente y una personalidad propia muy reconocible para el visitante. La Avenida Diagonal separa lacuadriculada del Eixample con el urbanismo discontinuo de Gràcia. El barrio fue construido por los propietarios de los terrenos y destaca por sus plazas, epicentro de la vida cultural y social del vecindario. Unade las más populares es la Plaça de la Vila, en la confluencia de ocho calles, donde se encuentra la Torre del Rellotge, uno de sus edificios más icónicos construido antes de la anexión a Barcelona.

Gràcia es un barrio muy popular, tanto para familias como para artistas, por su rica oferta cultural y su vida asociativa. Muy conocidas son sus numerosas salas de teatro con larga tradición como el Teatreneu, un café teatro con más de 30 años o el Teatre Lliure que nació en este barrio como una cooperativa teatral en 1976. También se encuentra uno de los cines mejor valorados de Barcelona, el Verdi, inaugurado hace 40 años, que proyecta cine de autor en versión original.

Aunque el evento más importante del barrio es su centenaria Festa Major que sintetiza la idiosincrasia del distrito. Cada 15 de agosto, vecinos y vecinas se agrupan en comisiones para decorar calles y plazas con distintas temáticas. Tal es su popularidad que cada año recibe millones de visitantes y fue catalogada por la Generalitat de Catalunya como Fiesta Tradicional de Interés Nacional.

Otro de los rasgos más valorados del distrito es su gran variedad de negocios de trato cercano y familiar. La calle Gran de Gràcia, continuación del Passeig de Gràcia, se erige como su eje comercial principal. Los nuevos establecimientos enfocados a productos sostenibles, innovadores, independientes y artesanales conviven con negocios de larga tradición, como la herboristería Llobet, abierta hace más de 150 años con un catálogo de más de 400 tipos de hierbas y especies o Baró Joiers, con tres generaciones dedicadas a las joyas y los relojes.

Al norte del distrito, el urbanismo se caracteriza por calles más anchas y, sobre todo, por sus grandes parques donde relajarse y disfrutar de vistas espectaculares de Barcelona. Aquí se encuentra uno de los más famosos internacionalmente; el Park Güell de Gaudí, que, a pesar de ser una obra inacabada, atrae cada año millones de personas y fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Aunque no es el único, el Parc de la Creueta del Coll es menos turístico, pero es un fantástico espacio verde con un gran estanque central, presidido por la imponente obra Elogi a l’aigua de Chillida, que en verano se convierte en piscina pública.

Sarrià - Sant Gervasi es uno de los distritos más exclusivos y un pulmón verde para Barcelona. Conocida como la zona alta por su ubicación en las faldas del parque de Collserola y por tener una de las rentas per cápita más elevadas de la ciudad. Sus barrios son residenciales, muy tranquilos e ideales para familias. Tiene la mayor concentración de colegios de reconocido prestigio y centros sanitarios, así como fantásticos parques urbanos como el Turó Park o los jardines de Vil·la Amèlia.

Es uno de los mayores distritos por ser la unión de varios municipios independientes, un hecho que todavía se evidencia en ligeras diferencias entre sus barrios. Sarrià, el último en anexionarse, en contra de su voluntad, en 1921, es donde más se percibe. Su vecindario tiene un fuerte sentimiento de pertenencia y, al pasear por sus calles, se tiene la sensación de estar en un pueblo con pequeños oasis urbanos como la Plaza de Sant Gaietà, conocida como el raconet.

El distrito crece alrededor del parque forestal de Collserola. Siempre fue muy buscado por sus aires más limpios y la tranquilidad que ofrece la cercanía con la montaña. Muchas órdenes religiosas se instalaron aquí. Por eso, tiene la mayor concentración de centros educativos, tanto privados como concertados, con proyección internacional como el British School of Barcelona. Aunque en su gran mayoría son colegios religiosos diseñados por reconocidos arquitectos como el Jesús-María Sant Gervasi de Enric Sagnier o el de Santa Teresa Ganduxer obra de Antoni Gaudí. También destacan los centros sanitarios, algunos tan prestigiosos como la Teknon, un hospital situado en Can Vilana, un palacete neoclásico.

Otro de los rasgos distintivos de este distrito es su comercio de proximidad de primer nivel. El poder adquisitivo de sus habitantes es superior a la media de Barcelona, y atrae a negocios que ofrecen productos de alta calidad, tiendas boutique, comercios gourmet y restaurantes exclusivos. Calle Mandri, en el barrio de la Bonanova, es un buen ejemplo de estos ejes comerciales de calidad que se pueden encontrar en el distrito.

La burguesía catalana también escogió este lugar para construir sus casas de veraneo y complejos de ocio, algunos ya desaparecidos como el Casino de la Rabassada y otros todavía en funcionamiento como el Parque de atracciones del Tibidabo, el más antiguo de España. Muchas de las villas señoriales fueron derribadas para construir amplios bloques de pisos, aquí la superficie es superior a la media de Barcelona. Otras se han abierto a la ciudadanía con nuevos usos como los jardines de la Tamarita que ahora alberga la Universidad Ramón Llull, Can Castelló que se ha convertido en centro cívico y geriátrico o el de Can Sentmenat que acoge a EINA, Centro Universitario de Diseño y Arte de Barcelona.

Les Corts ofrecen una excelente calidad de vida a sus residentes. Tiene una gran oferta comercial, tanto negocios de proximidad como importantes centros comerciales, colegios de reconocido prestigio internacional como la Thaus o St. Paul's School y, los centros sanitarios más valorados de la ciudad como la clínica Dexeus, muchas actividades culturales como el Foc i Rock por Sant Pere y amplios parques como la plaça del Sol de Baix o el Parc de Can Rigal. Pero, el distrito es más que su zona residencial, también es un referente de la innovación y la tecnología al albergar centros tan punteros como el de computación MareNostrum o el Parc Científic de Barcelona, un referente en los sectores químico y farmacéutico.

El pueblo de Les Corts nació en 1836 después de independizarse de Sarrià y se anexionó a Barcelona en 1897. El nuevo municipio creció alrededor de sus plazas; destacan la Plaça Comas donde se construyó la casa consistorial que actualmente es la sede del distrito y la Plaça de la Concòrdia donde la gente se encontraba para solucionar conflictos, de ahí el nombre. Todavía hoy sigue siendo punto de encuentro, rodeada de restaurantes, tiendas de proximidad y el centro cívico Can Deu, ubicado en el palacete modernista que fuera propiedad de la familia Deus, especialistas en la destilación de alcoholes.

Con la industrialización, las fábricas empezaron a instalarse en el barrio porque había grandes espacios vacíos y fácil acceso al agua. Algunas de las que se conservan se han reconvertido en espacios públicos como la Cristalleries Planell, uno de los principales fabricantes de vidrio artístico de Europa en la primera mitad del siglo XX es hoy la sede de varios equipamientos municipales. Otro ejemplo destacado es la biblioteca Montserrat Abelló y el Ateneu de Fabricació de les Corts que se encuentran en la que fue la antigua fábrica de tejidos de seda Benet i Campabadal.

La industria supuso el aumento de la población y, con ello, la necesidad de nuevas viviendas. Entonces aparecieron las colonias industriales como las casas de dos plantas con diseño modernista y jardín delantero al estilo inglés que todavía se conservan en el passatge Tubella o las de estilo noucentista del passatge Xile. En Pedralbes se conserva el conjunto más singular, el barri de la Mercè, un proyecto de viviendas sociales de la época franquista, plantas bajas con fachada blanca que crean la sensación de estar en un pueblo mediterráneo.

Pedralbes es el barrio de más nivel económico y menos densidad poblacional de Barcelona. Nació en las faldas de Collserola como lugar de vacaciones para la burguesía catalana. Todavía destacan las casas señoriales, amplios pisos con cuidadas zonas comunitarias y villas modernistas. La avenida Pearson es una de las calles más emblemáticas que sintetiza la esencia de este barrio. También se encuentran los colegios mejor valorados de la ciudad y grandes parques como la rosaleda de Cervantes.

Cultural y deportivo es otro rasgo que define Les Corts. Este distrito fomenta las artes escénicas ofreciendo muchas propuestas para toda la familia como Circorts, un festival de circo con más de 25 años de trayectoria o les Nits de Barcelona, que organiza, en los Jardines del Palacio de Pedralbes, conciertos de artistas nacionales e internacionales. También alberga a tres de los clubes con más historia y reconocimiento: el Fútbol Club Barcelona cuyo museo es de los más visitados de la ciudad. El Real Club de Polo referente de la hípica y sede del Concurso de Saltos Internacional de Barcelona y el Reial Club de Tennis Barcelona donde cada año se celebra el torneo Conde de Godó como parte del circuito ATP 500.

Aunque Les Corts no es solo un distrito residencial, también es un importante centro de negocios, desde los años 60 se han construido edificios de oficinas en ubicaciones estratégicas. Uno de los pioneros fueron los edificios Trade en Gran Via de Carles III, un complejo arquitectónico inaugurado en 1968 que se inspiró en los rascacielos de cristal de Chicago y Nueva York. Muy cerca de ahí, en la avenida Diagonal, existen otros ejemplos que ya forman parte del paisaje arquitectónico de la ciudad como el edificio Planeta con un llamativo jardín vertical que cubre toda la fachada o las Torres La Caixa, un conjunto de tres edificios, dos de ellos son rascacielos de cristal tintado negro. También se encuentra La Illa Diagonal, el primer gran centro comercial de Barcelona formado por más de 170 comercios y restaurantes, espacios de oficinas, un hotel de 4* y equipamientos municipales, inaugurado en 1993 y premiado un año después con el FAD de arquitectura. El edificio tiene una fachada de 334 metros y su forma de rascacielos tumbado está inspirada en el Rockefeller Center de Nueva York.

Sants-Montjuic es el distrito mejor comunicado de Cataluña. Sus barrios no son muy turísticos, lo que ha permitido conservar su espíritu vecinal, su esencia popular y una gran oferta de comercio local. Tiene la calle comercial más larga de Europa, la carretera de Sants, con cuatro kilómetros con más de trescientas tiendas a lado y lado. También el barrio más animado y cultural de Barcelona, en la avenida Paral·lel se concentra el mayor número de teatros y salas de conciertos de la ciudad. Está delimitado por la naturaleza, por un lado, el puerto y por el otro la montaña Montjuic, que ha marcado la idiosincrasia de su vecindario y el urbanismo de sus barrios. Por eso, no es de extrañar que fuera escogido entre los 20 mejores barrios del mundo para vivir.

Sus orígenes se remontan a un pequeño pueblo rural que se transformó por la explosión demográfica que supuso la instalación de grandes complejos industriales. Uno de los primeros fue la fábrica de vapor de los Güell, el Vapor Vell, que curiosamente, también fue donde se rodó la primera película de ficción de España y hoy alberga la biblioteca pública Vapor Vell. Poco después se inauguró la de la España Industrial que se convertiría en la empresa algodonera más importante del estado con modernas instalaciones. Cuando la cerró, el ayuntamiento adquirió los terrenos donde construyó viviendas, un extenso parque con un lago central custodiado por un llamativo dragón negro de acero cuya boca es un tobogán, un gran polideportivo municipal y un casal infantil.

La gran actividad fabril del distrito favoreció la aparición de muchas agrupaciones obreras. Las tres chimeneas que se encuentran en els Jardins de les Tres Xemeneies de la avenida Paral·lel formaban parte de la fábrica la Canadiense, la primera que trajo la electricidad a gran escala a Barcelona. En 1919 se produjo una de las huelgas más importantes, uno de los logros más destacados fue la actual regulación de las 8 horas laborales. Actualmente, Sants-Montjuic sigue siendo muy reconocido por su asociacionismo, ahora vinculado a movimientos vecinales, con más de 300 entidades de toda índole. Una de las iniciativas más destacadas es la autogestión vecinal de la fábrica de Can Batlló en la Bordeta. Sus naves se han convertido en espacios para la comunidad donde se organizan todo tipo de talleres sociales, culturales y de entretenimiento.

El distrito está estrechamente relacionado con Montjuic que siempre ha sido lugar de ocio y de grandes celebraciones. Es ideal para excursiones por sus numerosos parques y sus muchas fuentes, como la conocida Font del Gat del cancionero popular catalán. En 1929 se celebró el evento que marcaría el destino de Montjuic: la Exposición Universal. Aquellos pabellones siguen siendo espacios destacados de Barcelona. Algunos forman parte del recinto de la Fira de Barcelona que acoge más de 150 eventos anuales, otros son sede de museos como el MNAC, otros de teatros como el Teatre Lliure y hasta la historia del Hotel Miramar Gran Lujo está relacionada con esta exposición. En 1992 Montjuic acogió la otra gran celebración que presentaría a Barcelona al mundo: los Juegos Olímpicos. Su ceremonia de apertura tuvo lugar en el Estadio Olímpico Lluís Companys, edificio que también se había inaugurado para la exposición de 1929.

En Sants hay plazas emblemáticas como la d’Osca, un lugar idílico rodeado de árboles, de bares con terraza para disfrutar del fin de semana y sin vehículos. Sin embargo, a diferencia de otros barrios, las plazas no estructuran su vida social y comercial sino las carreteras que conectan con otros municipios. Destacan las de Creu Coberta y el carrer de Sants, las principales vías comerciales que ahora son peatonales los fines de semana. También la Avenida Paral·lel, que cruza tres distritos y desde finales del siglo XX es la calle del ocio y la diversión. Aquí se encuentran los principales teatros como el Victòria o el Condal o salas de conciertos emblemáticas como el Apolo o el Molino, inspirado en el Moulin Rouge de París.

Aunque el distrito no solo está bien comunicado con vehículo privado, también con transporte público. La estación de Sants conecta Barcelona nacional e internacionalmente con autobús y tren. El trazado de las vías cruzó el interior del barrio dividiendo al vecindario hasta que en 2016 se construyó la primera rambla aérea de la ciudad, els Jardins de la Rambla de Sants. Un agradable paseo ajardinado a 6-14 metros de altura diseñado con criterios sostenibles que permitía tapar la vía férrea y volver a conectar al barrio.

Sants - Montjuic alberga la zona industrial y logística más importante de la ciudad: la Zona Franca, en el puerto de Barcelona. Se encuentran más de 300 empresas por su estratégica ubicación cerca del aeropuerto, el puerto y una gran estación ferroviaria de mercancías que la conecta con el resto del mundo. En sus límites está la zona industrial, La Marina del Prat Vermell, que se está renovando para convertirla en un barrio de residencial con nuevas viviendas, equipamientos municipales y grandes espacios verdes como el Parc de las Tretze Roses con más de 2 hectáreas de jardines y zonas diferenciadas para todo el vecindario.

El Distrito de l’Eixample enamora por muchas razones. Abierto y tolerante, es reconocido internacionalmente por su arquitectura. El distrito es fruto de los momentos más esplendorosos de la ciudad configurando la Barcelona contemporánea, una ciudad moderna y cosmopolita. L’Eixample rompe con el pasado medieval de Barcelona. Su ingenioso urbanismo, derriba las murallas de la ciudad y crea una sensación de confort que invita a pasear y descubrir los mayores exponentes del modernismo catalán como la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la Pedrera. Su gran oferta cultural, comercial y de restauración nos permiten disfrutar de todo su encanto.

Ildefons Cerdà fue el artífice de la nueva Barcelona con un meticuloso plan urbanístico que consistía en una cuadrícula con calles paralelas y perpendiculares al mar, donde los edificios formaban manzanas en torno a un patio interior a través del cual todas las viviendas reciben sol, luz natural y ventilación. El interior de cada manzana debía quedar libre para jardines por salubridad. Un requisito que no siempre se respetó. Su idea era diseñar una ciudad para una sociedad más igualitaria, poniendo al ser humano y sus necesidades en el centro. Calles más anchas pensando en la circulación motorizada, plantación de árboles y su rasgo más característico: los chaflanes. En el Eixample, las fachadas de los edificios situados en los cruces de calles se recortan en ángulos de 45º aumentando la sensación de amplitud. Los edificios de viviendas se caracterizan por disponer de locales en planta baja, una planta principal donde se distribuía la vivienda más grande y plantas piso con viviendas más pequeñas. Tienen balcones a calle, los techos altos, suelos hidráulicos y doble orientación para facilitar la entrada de luz y la ventilación.

La zona más privilegiada del Eixample es el Quadrat d'Or, delimitada por la calle Aribau y el Passeig de Sant Joan, las rondas de Sant Pere, Sant Pau y Universitat y la avenida Diagonal. El Quadrat d’Or está considerado como un museo al aire libre con obras de Antoni Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch, entre otros. Su eje principal y la vez la calle más famosa de Barcelona es el Passeig de Gràcia. En su origen fue la vía que unía Barcelona con el antiguo municipio de Gràcia. Ahora es el gran bulevar de la ciudad, con preciosos edificios, farolas, bancos y sus aceras. Gaudí diseñó la loseta instalada en todas las aceras del Passeig de Gracia. Se trata de una baldosa hexagonal con tres formas diferentes inspiradas en tres elementos marinos: una estrella de mar, unas algas y un fósil de caracol de mar; el dibujo completo sólo se puede ver con siete baldosas.
Cada año millones de personas recorren el Passeig de Gràcia para conocer los edificios modernistas más espectaculares como la Casa Batlló, la Casa Amatller, la Casa Lleó Morera o la Pedrera. Las más importantes firmas de lujo de todo el mundo codician situarse en sus locales comerciales y en sus edificios podemos encontrar algunos de los mejores áticos de la ciudad.

Paralela al Passeig de Gracia, circula la Rambla Catalunya, otra de las calles más bonitas de Barcelona donde podemos disfrutar de las terrazas, comercios y un precioso paseo desde donde se puede divisar la montaña del Tibidabo.

Desde hace unos años, el Ayuntamiento está recuperando espacios para la ciudadanía. El distrito cuenta con 48 patios interiores que permiten tener una zona verde a menos de 200 metros de casa. Pequeños oasis en medio de la ciudad, cada uno con su particularidad, pero todos fomentan la relación del vecindario. Actualmente el Eixample sigue evolucionando. Los carriles bici, las grandes plazas y sobre todo la creación del eje verde en la calle Consell de Cent son ejemplos de ello. Se están peatonalizando calles, se han plantado más árboles e instalado nuevas zonas de descanso, que se convierten en pequeños refugios climáticos y promueven el encuentro entre la ciudadanía.

Ciutat Vella es el origen de Barcelona. Paseando por sus calles empedradas, descubrimos los inicios de esta ciudad. Aquí se encuentra la Rambla, la Boquería, el Palau de la Música, la Catedral, el Liceu, la Catedral del Mar... y muchos otros monumentos que explican el pasado de Barcelona. Sus espacios para desconectar como el Parc de la Ciutadella o 2.000 metros de playa, su gran oferta en cultura, entretenimiento, restaurantes y todo tipo de negocios, lo convierten en uno de los distritos más visitado por los turistas. La convivencia de más de 40 nacionalidades forma un crisol de culturas fascinante.

Hace 2000 años los romanos fundaron Barcino, el germen de la actual Barcelona. La ciudad fue creciendo amurallada, conservando uno de los barrios medievales más grandes de Europa, el barrio Gótico. El resultado fue un urbanismo de calles irregulares delimitadas por anchas avenidas que delimitan cada barrio, la Via Laietana, la Rambla, la Ronda Sant Antoni o la Avenida Paral·lel.

Ciutat Vella es visitada cada año por millones de turistas de todo el mundo. Portaferrissa, Santa Anna, Comtal, dels Arcs o Canuda son algunas de las calles más buscadas para establecer un negocio por su gran afluencia peatonal. Aunque, sobresale como uno de los ejes comerciales más importantes del Estado, el Portal de l’Àngel con presencia de destacadas firmas de moda nacional e internacional.

La Rambla o Las Ramblas, porque está formada por 5 tramos con distintos nombres, es el paseo más famoso de Barcelona. En poco más de un kilómetro, este boulevard une la Plaça Catalunya con el monumento a Colón, en el Port Vell. El teatro Poliarama, el Hotel Le Méridien, el Palau de la Virreina, el mercado de la Boquería, la Casa Beethoven, el Café de la Ópera, el Gran Teatro del Liceo o el hotel Cuatro Naciones son algunos de los establecimientos más populares que podemos encontrar a lado y lado del paseo. Aunque destaca una fuente, la Font de Canaletes, cuya leyenda cuenta que si se bebe su agua, volverás a la ciudad porque siempre serás un enamorado de Barcelona.

Este distrito tampoco puede entenderse sin su relación con el mar. La conexión marítima de Barcelona ha sido una constante que ha definido su historia. En este distrito se estableció el primer puerto, la puerta de entrada de mercancías de todo el mundo que enriquecieron a la ciudad y que, todavía hoy, tiene un fuerte impacto en la economía de la ciudad. Actualmente este puerto, conocido como el Port Vell, se ha transformado en un espacio lúdico con un gran centro comercial, el Maremagnum, y varios museos. Desde aquí también zarpan Las Golondrinas, las embarcaciones más icónicas que ofrecen paseos desde 1888. Siempre se dice que Barcelona descubrió el mar con las Olimpiadas de 1992, pero en la playa de San Sebastián, en la Barceloneta, llevan más de un siglo disfrutando de baños de mar. De hecho aquí se fundó en 1907, el primer club de natación, el Club de Natación de Barcelona, que todavía hoy es un referente de los deportes de agua.

El distrito de Ciutat Vella explica el pasado de Barcelona, pero sus barrios viven en el presente mirando hacia el futuro. Siempre en continúa mejora. Entre las actuaciones más destacadas se encuentran la reurbanización de sus calles principales como Vía Laietana o La Rambla para que sean paseos más confortables y agradables para el peatón. También se están recuperando lugares emblemáticos como el Paseo de la Escullera, conocido popularmente como el Rompeolas, que permitirá tener otro lugar para disfrutar del mar. Todo ello con el fin de solucionar los problemas actuales y, sobre todo, para mejorar la convivencia entre el turismo y el vecindario.

El Distrito 22@, también conocido como 22@Barcelona o simplemente 22@, es un área de negocios de unas 200 hectáreas en el Distrito de Sant Martí. Surge en el año 2000 como una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, para transformar este suelo industrial del barrio de Poblenou, en un distrito productivo e innovador con espacios modernos para la concentración estratégica de actividades intensivas en conocimiento.

Para alcanzar este objetivo, se crea un nuevo modelo de ciudad, donde las empresas conviven con universidades, centros de investigación, de formación y de transferencia de tecnología, así como viviendas, equipamientos y zonas verdes. De esta manera, se define un nuevo modelo económico basado en el desarrollo de cinco clústeres sectoriales: medios audiovisuales, tecnologías de la información y la comunicación, energía, diseño y biotecnología y en la ejecución de diversos proyectos estratégicos que facilitan el crecimiento de las empresas, la creatividad, desarrollos para coworking, el networking, la atracción y retención de talento y el acceso a la innovación y la tecnología, entre otros.

Desde el año 2001 se han ubicado más de 4.500 nuevas empresas, que suman 56.000 empleados en la zona. El éxito de este modelo ha supuesto la implantación de empresas punteras, así como un desarrollo urbanístico innovador en las nuevas certificaciones para la construcción sostenible y en la distribución de los espacios públicos y privados.

Actualmente se está desarrollando la ampliación o segunda fase de este modelo de éxito, cruzando la Avenida Diagonal: El 22@ Norte. Con la experiencia de más de 20 años, la implicación social y vecinal, las empresas privadas, las Universidades y las Administraciones Públicas se ha repensado este modelo de éxito para seguir desarrollándolo. La idea es ampliar la perspectiva del 22@ más allá del Poblenou e incluso del distrito de Sant Martí, potenciando las relaciones con nuevos espacios productivos de la ciudad que se desarrollarán en los próximos años, como son el entorno de la Sagrera y los polígonos del Besos.

A lo largo de estos últimos 20 años, el sector de la economía del conocimiento impulsado en el 22@ se ha adaptado a diferentes cambios económicos, políticos y tecnológicos, y ha generado un rico ecosistema productivo que aloja a empresas más o menos consolidadas de todos los tamaños y que ha sido un entorno fértil para startups de varios tipos.

Este proyecto impulsará el desarrollo económico innovador, no solo del distrito de Sant Martí, sino de toda Barcelona y su área metropolitana.

Además de potenciar los clústeres originales del 22@ (Bio-Tech, Media, TIC, energía y diseño) en sus nuevas dimensiones derivadas de la evolución de cada sector, se han identificado otros sectores de futuro, como la industria 4.0 o las industrias creativas, y también sectores transversales como la economía verde y circular o la economía social y solidaria.